lunes, 20 de abril de 2015

EL VALOR DEL AJEDREZ

“No llores cuando pierdas; llora cuando hayas dejado de cumplir tu compromiso de entrenarte como es debido para rendir bien”.
Artículo del periódico -EL PAIS- España


Tres niños visitan la exposición paralela a las III Jornadas de Ajedrez Infantil de Sabadell. /JOSÉ MARTÍNEZ












Capacitar a docentes para impartir ajedrez en horario lectivo de Primaria con fines pedagógicos (no deportivos). Es la prioridad más urgente para satisfacer la demanda creada, a pesar de que la decisión del Congreso de los Diputados el 11 de febrero no será vinculante mientras no la ratifiquen las Comunidades Autónomas (CC. AA). Así se ha constatado en las III Jornadas de Ajedrez Infantil de Sabadell, clausuradas este domingo.
Varios asistentes ofrecieron datos que evidencian el aumento de colegios interesados en impartir ajedrez en Madrid, Castilla-La Mancha, Andalucía y Aragón, así como el éxito de los cursos de formación convocados en varias CC. AA. Más avanzados están en Cataluña y Cantabria, cuyas experiencias piloto –con estudios científicos paralelos sobre la eficacia pedagógica de las clases de ajedrez- obtienen índices de satisfacción altísimos entre alumnos, padres y profesores.
El debate sobre quién debe dar las clases de "alfabetización" (movimiento de las piezas, reglas del juego y nociones básicas de táctica y estrategia) llegó a una conclusión casi unánime: docentes profesionales formados en ajedrez elemental. Por tres razones principales: 1) El objetivo en esa fase de iniciación no es crear jugadores, sino utilizar el ajedrez como herramienta pedagógica para enseñar a pensar y transmitir valores; 2) Es más fácil y rápido formar en ajedrez a pedagogos que en pedagogía a ajedrecistas; 3) Se ahorra el coste de contratar a monitores externos para dar clases en horario lectivo.

Es más fácil y rápido formar en ajedrez a pedagogos que en pedagogía a ajedrecistas
Sin embargo, los ajedrecistas con dotes pedagógicas también son imprescindibles, en tres ámbitos: A) Quienes acrediten calidad y experiencia como profesores –certificadas por los centros que los hayan contratado- deberían seguir dando clase, como excepciones a lo explicado en el párrafo anterior; B) Ellos serán los encargados de forman en ajedrez masivamente a los docentes; C) Si el ajedrez se imparte en horario lectivo en Primaria, con que sólo el 5% de esos alumnos deseen seguir aprendiendo después en cursos avanzados (como optativa o extraescolar en los centros, o con fines deportivos en los clubes y federaciones), los monitores de ajedrez tendrán mucho más trabajo que ahora, y serán necesarios muchos más.
Un ejemplo claro del caso A) es Daniel Escobar, vocal de ajedrez escolar de la Federación Española (FEDA) y profesor de ajedrez desde hace muchos años en el colegio privado El Altillo, de Jerez de la Frontera, así como ponente en congresos internacionales. Escobar explicó en Sabadell los seis títulos de diferentes niveles que deben habilitarse para satisfacer toda la previsible demanda de los próximos años. Docente: clases de iniciación en colegios. Educador: profesor de ajedrez para personas con necesidades especiales (síndrome TDAH, autismo, Ásperger, cárceles, rehabilitación de drogadictos, retraso o prevención del Alzheimer, etc.). Instructor (también llamado “Monitor de Nivel 0”): iniciación técnica en clubes o cursos avanzados en colegios. Monitor de niveles 1 y 2: tecnificación deportiva. Entrenador (o “Monitor de Nivel 3”): preparación para la alta competición.
La urgencia de formar docentes no debería ser un gran problema si la voluntad política mostrada por todos los grupos parlamentarios se traduce en acciones concretas y rápidas. Bastaría introducir el ajedrez en los cursos de formación continua del profesorado en toda España para mejorar la situación sustancialmente, en pocos meses y sin costes añadidos importantes, dado que esos cursos cuentan con un presupuesto asignado. Además, el ajedrez es idóneo para que buena parte de esa enseñanza de imparta por Internet.

El ajedrez engancha, y necesitamos controles para evitar que, en casos extremos, la adicción beneficiosa se convierta en obsesión perjudicial
La FEDA acaba de firmar un convenio con el Ayuntamiento de Linares (Jaén) en esa dirección. Y cabe esperar que las federaciones autonómicas se muevan de manera similar. Pero ello requiere un cambio radical de mentalidad colectiva entre los ajedrecistas, y ahí puede estar el principal problema para que el desarrollo de la hoja de ruta sea ágil: el mundo del ajedrez tiende a la endogamia. Son poquísimas las federaciones que hacen un esfuerzo especial para mirar al exterior: contactos con potenciales patrocinadores, prensa, autoridades, educadores; campañas de imagen; políticas de comunicación y relaciones públicas. Quizá ahora se vea más claro cuánta razón tiene Gari Kaspárov cuando afirma: “El futuro del ajedrez mundial depende de su introducción masiva en los colegios como asignatura”.
El equilibrio entre ajedrez educativo y competición fue tratado en una mesa redonda específica. Joana Lorente, concejala de Deportes del Ayuntamiento de Llinars del Vallés (Barcelona) recalcó que la práctica deportiva también transmite valores por sí misma. Montse Durán, jefa del servicio de Educación del Ayuntamiento de Sabadell, explicó un proyecto para que la práctica del ajedrez en su ciudad adquiera una verdadera proyección social (por ejemplo, delimitando zonas y aportando material para jugar en espacios públicos) y no se limite a las partidas de competición de la Sociedad Colón, uno de los mejores clubes de España. Josep Viñas, Secretario General de la Federación Catalana, alertó sobre la necesidad de que profesores y familias estén atentos para que los niños ajedrecistas mantengan un equilibrio en su vida: “El ajedrez engancha, y necesitamos controles para evitar que, en casos extremos, la adicción beneficiosa se convierta en obsesión perjudicial”.
Fueron muy aleccionadoras las conferencias de dos psicólogos. Lorena García, de la Universidad de La Laguna (Tenerife) explicó por qué el ajedrez también desarrolla la inteligencia emocional, además de la cognitiva, y subrayó la necesidad de evitar que algunos alumnos se conviertan en perdedores natos. Pep Marí, del Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, recalcó que en ajedrez, como en cualquier otro deporte, la preparación psicológica es decisiva. Una de las perlas que dejó: “No llores cuando pierdas; llora cuando hayas dejado de cumplir tu compromiso de entrenarte como es debido para rendir bien”.

ESTRATEGIA

Así es un cerebro jugando al ajedrez

Técnicas de neuroimagen desvelan cómo el encéfalo decide estrategias exitosas de ataque y defensa

Artículo del periódico -EL PAIS- España

Dos niños juegan en un torneo de shogi. / LPSA
Keiji Tanaka lleva años explorando el cerebro de jugadores de ajedrez. En su interior, dice, está el secreto de cómo los humanos trazamos estrategias en nuestra vida, quizás una de las capacidades que más nos diferencian de otros animales. En la guerra, los negocios, el juego o incluso el amor, elegir una estrategia adecuada es clave para el éxito. Una gran cantidad de estudios se han centrado en la toma de decisiones en muchos campos, pero apenas ninguno ha intentado desvelar cómo esas decisiones están predeterminadas por una estrategia fijada de antemano.
Tanaka tiene 64 años, 42 de ellos dedicados a la neurociencia, y algunos ratos de ocio empleados en jugar al shogi, una variante japonesa del ajedrez. Al contrario que en el ajedrez convencional, en el shogi es mucho más fácil identificar si un jugador está siguiendo una estrategia ofensiva o defensiva. “Mi objetivo es averiguar cómo la gente determina su estrategia, especialmente en una situación complicada y que necesita una solución rápida”, explica Tanaka. “En este caso no se trata de una acción determinada, sino un grupo de acciones, como cuando un jugador de tenis decide subir a la red o cuando un general determina si hay que atacar al enemigo incluso cuando esto multiplica el riesgo para sus tropas”, detalla.
En un ingenioso y elegante estudio publicado hoy en Nature Neuroscience, Tanaka ha metido a 17 jugadores expertos de shogi en una máquina de imagen médica mientras proyectaba en su retina diferentes jugadas. Los participantes, no profesionales con una experiencia de unos 10 años en este juego, tenían seis segundos para verla y decidir si lo mejor era atacar o defenderse. Como experimento de control, se les presentaba una jugada en la que debían seguir una estrategia predeterminada (ataque o defensa) y simplemente elegir entre varios movimientos posibles.

La parte más cercana a la frente controla la estrategia defensiva. La posterior, en el otro extremo , es el epicentro de la estrategia ofensiva, según el trabajo
El experimento ha permitido identificar, por primera vez, dónde está el centro estratégico del cerebro. El trabajo muestra que hay un patrón de actividad cerebral característico cuando se elige una estrategia y que este es totalmente diferente al que aparece cuando se hacen movimientos concretos. El estudio se basa en una técnica de neuroimagen conocida como resonancia magnética funcional y que muestra qué partes del encéfalo se activan en cada momento. Según los resultados, las estrategias se fraguan en el giro cingulado. Si pone un dedo en la parte superior de la frente y lo desliza hacia la coronilla estará siguiendo su giro cingulado, una zona alargada que se sitúa justo en la mitad entre los dos hemisferios y a unos tres centímetros bajo su cráneo. La parte anterior del giro cingulado, la más cercana a la frente, controla la estrategia defensiva. La posterior, en el otro extremo, es el epicentro de la estrategia ofensiva, según el trabajo.

Máquinas contra humanos

Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que la estrategia es intuitiva. Los jugadores no deciden de forma pausada y teniendo en cuenta todas las opciones posibles, sino más bien siguiendo su rápido juicio sobre la situación del tablero y los riesgos y beneficios de atacar o defenderse. Como explica Tanaka, se trata de una decisión anterior que determinará después otros movimientos concretos.


Un tablero de shogi / K. TANAKA
Su trabajo, dice este investigador del Instituto Riken, en Japón, puede tener dos aplicaciones. “Hasta ahora conocíamos muchas zonas cerebrales relacionadas con acciones concretas pero nunca se había estudiado las partes que determinan la estrategia”, reconoce Tanaka. “Mi interpretación de los resultados es que esta capacidad para decidir una estrategia muy rápido se desarrolla gracias al entrenamiento y es muy específica de cada actividad”, explica Tanaka. “Algunas personas lo usan para el shogi, otras para dirigir empresas y otras para cocinar, por ejemplo”, añade. El experto cree que este tipo de trabajo puede aplicarse para la educación. “Actualmente no tenemos una forma buena de enseñar estrategia y a veces ni siquiera los expertos en un campo saben explicar cómo tomaron decisiones exitosas”. Más adelante, este tipo de estudios pueden ayudar a desarrollar inteligencia artificial.
El shogi ha sido durante años un campo de pruebas para la inteligencia artificial en Japón. En este ajedrez el número de posibles jugadas en cada movimiento es mucho mayor que en el ajedrez convencional. Cada año, en Japón se organizan torneos entre ordenadores y jugadores profesionales. En 2013, un ordenador venció por primera vez a un humano.

Aplicaciones en 'neuromarketing'

Santiago Canals, un neurocientífico que no ha participado en el estudio, resalta su originalidad. “Para ellos era muy importante utilizar a jugadores expertos para el estudio porque así toman decisiones de forma muy rápida”. “esto”, añade, “es clave para relacionar la imagen cerebral con el proceso cognitivo que se está realizando en ese momento, en este caso la selección de una estrategia”, resalta. Canals cree que lo que Tanaka ve en los jugadores de shogi es, en general, totalmente extrapolable al cerebro de cualquiera de nosotros. También apunta a una tercera aplicación práctica de este tipo de trabajos. “Lo que muestra el estudio es que la elección de una u otra estrategia depende mucho del contexto concreto y de la intuición”, explica. “Esto podría ser usado en márketing, para saber, por ejemplo, de qué manera empaquetar un producto para influir en nuestra decisión”.
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domingo, 19 de abril de 2015

Destrezas, autocrítica y calificación de un jugador de Scrabble

Por: Venancio Zamora
Es importante conocer las destrezas que se pueden desarrollar a través del juego del Scrabble y con ello hacer autocrítica. Son muchísimos los elementos que "juegan" en este entramado de palabras y que definen a un jugador. Por ello, aquí enumero (dentro de mi subjetividad) algunos de los factores o elementos que se pueden considerar para calificar un jugador de Scrabble a través de sus destrezas:
NOTA: No todas las calificaciones en cada item van con la "seguidilla": 3, 2, 1 y 0
  1. Estrategia en el juego: siempre la utilizo: 3 puntos, la utilizo ocasionalmente: 2 puntos, nunca la aplico: 0 puntos
  2. Suerte en el juego: en todos los juegos tengo mucha suerte: 3 puntos, tengo suerte ocasionalmente: 2 puntos, nunca tengo suerte: 0 puntos
  3. Estudio concienzudo de nuevo vocabulario: dedico mucho tiempo al estudio de nuevas palabras: 3 puntos, ocasionalmente estudio: 1 punto, nunca estudio: 0 puntos
  4. Vocabulario para colocar scrabbles con palabras rebuscadas o extravagantes: conozco bastantes palabras de este tipo y cuando tengo la oportunidad las coloco con mucha seguridad: 3 puntos, conozco pocas: 1 punto, no conozco palabras rebuscadas : 0 puntos
  5. Vocabulario para colocar palabras cortas con letras valiosas y puntuación mayor o igual a 35 puntos: coloco bastantes: 2 puntos, conozco pocas: 1 punto
  6. Buena aplicación y uso de letras valiosas en el juego: J,Ñ,CH,RR,Z,LL: siempre las aplico bien exprimiendo la mejor aplicación: 3 puntos, hago el mejor uso posible de ellas: 2 puntos, no pondero el mejor uso, simplemente coloco la primera palabra que viene a mi mente: 1 punto
  7. Vocabulario de palabras con la letra Q: conozco muchas: 3 puntos, conozco suficientes: 2 puntos, conozco pocas: 1 punto
  8. Psicología en el juego: la aplico:3 puntos, pocas veces la aplico: 1 puntos, no aplico psicología: 0 puntos
  9. Facilidad para anagramar: tengo mucha facilidad: 3 puntos, algunas veces requiero mucho tiempo para encontrar un anagrama pero lo encuentro: 2 puntos, no tengo facilidad: 0 puntos
  10. Dominio del tiempo de juego: juego rápido y me sobra tiempo: 3 puntos, no juego rápido pero no tengo problemas con el reloj: 2 puntos, muchas veces llego ajustado con el tiempo porque pienso mucho mis movimientos: 1 punto
  11. Uso de "ganchos" con prefijos, sufijos, plurales o derivaciones verbales para alargamiento de palabras: los utilizo porque es una buena jugada: 3 puntos, pocas veces analizo esta situación: 1 punto, no me detengo en este tipo de jugadas: 0 puntos
  12. Anticipar y prever la jugada del adversario: es parte de mi juego: 2 puntos, no dedico mucho tiempo para esta situación: 1 punto, no lo aplico a mi juego: 0 puntos
  13. Dominio de juego abierto: soy bueno: 2 puntos, soy regular: 1 puntos, soy malo: 0 puntos
  14. Dominio de juego cerrado: soy bueno: 2 puntos, soy regular: 1 puntos, soy malo: 0 puntos
  15. Buscar jugadas con letras en paralelo: las utilizo porque es una buena jugada: 3 puntos, pocas veces analizo esta situación: 1 punto, no me detengo en este tipo de jugadas: 0 puntos
  16. Dominio y/o manejo del cambio de letras: soy bueno: 3 puntos, me manejo bien: 2 puntos, soy malo: 0 puntos 
  17. Dominio de frustración en el juego: soy bueno: 2 puntos, soy regular: 1 puntos, soy malo: 0 puntos 
  18. Dominio del cierre del juego: soy bueno: 2 puntos, soy regular: 1 puntos, soy malo: 0 puntos 
  19. Lectura del tablero de juego: siempre estudio el tablero: 3 puntos, algunas veces lo leo: 1 punto, nunca lo leo: 0 puntos
  20. Seguimiento y control de letras en el juego como valor o elemento estratégico: lo aplico: 3 puntos, lo aplico parcialmente:1 punto, no lo aplico: 0 puntos
  21. Estudio de rivales con los que juegas: los estudio: 2 puntos, los conozco parcialmente: 1 punto, no los estudio: 0 puntos
          CALIFICACIÓN MÁXIMA: 56  puntos   100%
          
          AUTOCRÍTICA:                __  puntos    ___ %

   P/ Que sirva este test para elaborar otro similar con la perspectiva de un jugador más cualificado.

jueves, 9 de abril de 2015

Tranquilo, no te estás volviendo tonto !




ARTICULO DEL PERIÓDICO -EL MUNDO- ESPAÑA

ENREDADOS

¿A qué edad somos más listos?

Tranquilo, no te estás volviendo tonto, sólo pierdes neuronas

  • A menudo pensamos que antes recordábamos mejor las cosas o nos costaba menos resolver un problema matemático



Ese tiempo en el que nos podíamos aprender 200 páginas de memoria,...

Ese tiempo en el que nos podíamos aprender 200 páginas de memoria, ha pasado.

A quién no le gustaría volver a la época universitaria, "volver a estrenar zapatos y libros" y "volver a encontrar los viejos amigos". Y juntos volver... a estudiar. Porque no hay que olvidar que, por aquel entonces, aparte de fiestas y horas muertas en la cafetería, había que plantarse delante de los apuntes. Descifrar las líneas escritas con prisa y desgana para metérselas después en la cabeza como fuera.
Los que alguna vez hayan tenido que hacer algún examen superada cierta edad, habrán notado que lo que parecía fácil ha dejado de serlo.Si antes eras capaz de aprenderte el contenido de 500 folios sin volverte loco, ¿por qué ya no? ¿Te has vuelto más tonto con la edad?
Primero, las malas noticias: sí, es cierto, perdemos neuronas todos los días. Las células del sistema nervioso no tienen la capacidad de dividirse por lo que, cuando una muere, no deja sustituta. Aunque existen dos zonas del cerebro que generan nuevas trabajadoras (el hipocampo y el bulbo olfatorio), la mayoría de las neuronas que llevas contigo tienen tu misma edad. Algunas investigacionessostienen que algunas de ellas incluso podrían sobrevivirte.
La parte buena es que el ser humano tiene una media de 86.000 millones, según los resultados del trabajo de la neurocientífica brasileña Suzana Herculano-Houzel. No se fiaba de las cifras que se manejaban (se hablaba de unos 100.000 millones) y no encontraba una fuente fidedigna, así que decidió contarlas. Para ello licuó el cerebro de cuatro hombres fallecidos cuando tenían entre 50 y 71 años, disolviendo químicamente la membrana de las células y contando después los núcleos de neuronas de un volumen pequeño, para extrapolarlo después al total.

Los jóvenes, unos insensibles

A estas alturas, millones de tus neuronas habrán fallecido, mientras otras tantas sobreviven. Sintiéndolo mucho, esto no garantiza que vayas a mantener todas las capacidades cognitivas al mismo nivel durante toda la vida, pero tampoco que te estés volviendo estúpido. Simplemente, tus habilidades cambian.

Resultados en distintas habilidades según la edad.
Un equipo de científicos del MIT y de la Universidad de Hardvard lo ha comprobado. Esta vez no han licuado cerebros, ni observado sus células, sino que han analizado qué tal se le daban ciertas pruebas a las 2.420 personas que participaron en su investigación. Para garantizar la diversidad, los voluntarios tenían edades diferentes y provenían de distintas regiones de Estados Unidos.
Todos tuvieron que pasar 15 test, incluyendo problemas matemáticos, dibujos para completar, ejercicios de vocabulario y para colocar en orden una serie de cubos. Como cabía esperar, los jóvenes de edades cercanas a la veintena obtuvieron mejores resultados que sus mayores.
Sin embargo, hallaron un factor menos predecible: cuatro de las capacidades estudiadas no alcanzan su máximo desarrollo hasta pasados los 50. Se trata además de habilidades básicas: el vocabulario, las matemáticas, el conocimiento general y la comprensión (referida a la capacidad para explicar conceptos e ideas con claridad).
En otro experimento posterior, utilizaron los resultados obtenidos por 10.000 visitantes a la web TestMyBrain.org, donde pueden realizarse un montón de pruebas dignas de cualquier psicotécnico. Los datos confirmaron que, efectivamente, los mayores eran más duchos en los test de vocabulario, mientras que los jóvenes los superaban en los de memoria. Los años de diferencia entre unos y otros se traducen en experiencia, conocimientos, nuevas palabras y habilidades comunicativas y sociales.
Las personas de mediana edad destacaban además en un test llamado 'la mente en los ojos' ('mind in eyes', en inglés), que medía la empatía o capacidad para adivinar el estado de ánimo de una persona a través de su mirada.
Resumiendo, en la juventud somos avispados y rápidos mentalmente, pero cuanto más viejos, mejores son nuestras habilidades sociales, de comunicación y más sabremos sobre eso conocido como 'culturilla general'. Así que no puede decirse que exista una edad culmen de la inteligencia. Depende de las destrezas que consideremos. La juventud no lo es todo, ya lo dice el refrán: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo".